miércoles, 19 de mayo de 2010

PRINCIPIOS DE VENTILACIÓN POR DILUCIÓN

El diseño de un sistema de ventilación para el control de riesgos para la salud se basa en los siguientes principios generales:


1. Calcular el caudal de aire necesario para conseguir una dilución suficiente del contaminante y mantener su concentración por debajo de un valor aceptable.
El cálculo se basará en el tipo de contaminante, su nivel de generación y sus características físico-químicas.

2. Ubicar la salidas de aire del local cerca de los focos de contaminación, consiguiendo así un cierto efecto "extracción localizada" de ese foco, además de evitar que el agente se disperse totalmente dentro del local. En cuanto a las entradas, se procurará que arrastren el aire limpio a las zonas más contaminadas, creando un cierto efecto "ventilación por desplazamiento".

3. Considerar el recorrido esperable del aire en la zona, de modo que, idealmente, la secuencia sea: entrada de aire-trabajador-foco-salida de aire.. Modelizar el movimiento de aire en un local no es en absoluto fácil. Aún así, debe estudiarse la posible existencia de zonas muertas, corrientes en el local debido a puertas, ventanas, movimientos naturales del aire, como ejemplo, la tendencia ascensional del aire caliente. Asimismo deberá evitarse el posible disconfort térmico de los trabajadores o la percepción de corrientes de aire molestas.

4. Prever la reposición del aire extraído, contemplando todas las fuentes que constituyen una demanda de aire (como los sistemas de extracción localizada). Aquí pueden darse dos situaciones diferentes:Local a depresión o a presión negativa (con respecto a la atmosférica): se extrae más aire que el que entra. Esta situación puede ser conveniente cuando, además de la dilución de la contaminación del local, se pretende que esa contaminación no pase a otras áreas (por ejemplo, laboratorios, oficinas, etc).
Sin embargo, si no están previstos puntos de suministro de aire o el local es muy hermético, esto irá en perjuicio de la eficacia del sistema de ventilación, dado que, como no se puede hacer el vacío, el caudal de extracción se reduce.
Local a sobrepresión o a presión positiva (con respecto a la atmosférica): entra en el local más aire del que se extrae. El aire sobrante se difundirá por las aberturas o resquicios que encuentre. Esta situación es la que se encuentra a menudo en edificios, por ejemplo de oficinas en los que además de ventilar se prepara el aire que se suministrará a los locales. En este caso no interesa la entrada incontrolada de aire del exterior sin tratar y a condiciones térmicas diferentes de las deseadas. Otros ejemplos: aislamiento del trabajador, cabinas de peaje autopista, etc.


5. Evitar que el aire extraído vuelva a introducirse en el local descargándolo a una altura suficiente por encima de la cubierta o asegurándose de que ninguna ventana, toma de aire exterior u otra abertura se encuentre situada cerca del punto de descarga

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